El Hospital Universitario
Reina Sofía de Córdoba ha logrado reducir un 20,7 por ciento la generación de
residuos peligrosos en los últimos cuatro años, gracias a la concienciación e
implicación de los profesionales y al impulso de medidas de control de los
residuos derivados del desarrollo de la actividad asistencial y que se incluyen
en el Programa Ambiental del complejo sanitario.
Según informa
la Junta de Andalucía, en 2013 se produjeron en el conjunto de los centros que
forman parte del complejo hospitalario 83,6 toneladas de residuos peligros,
frente a las 105,5 toneladas que se contabilizaron en 2010. Esta tendencia a la
baja también se ha producido en el consumo de otros recursos como es el caso
del agua y la electricidad. Concretamente, se consumió el pasado año cerca de
300.000 metros cúbicos de agua, un 23 por ciento menos que en los últimos
cuatro años, mientras que el consumo eléctrico ha bajado en torno a un 6,5 por
ciento entre 2010 y 2013.
En total, en el
hospital se generaron el pasado año 2.658 toneladas de residuos (tanto
peligrosos como asimilables a urbanos -inerte, orgánica, papel y cartón,
vidrio, enseres, metales y madera-). La separación, recogida y traslado de los
residuos sanitarios sigue un proceso protocolizado según sus características.
El punto limpio
del hospital, que entró en funcionamiento hace tres años, es un espacio de
1.300 metros cuadrados donde se separan, clasifican y ordenan los residuos generados
por profesionales y pacientes, ya sean peligrosos o los que se incluyen en el
circuito normal de recogida de residuos sólidos urbanos. Para el tratamiento de
los residuos peligrosos existe un almacén independiente, mientras que el
almacenaje del metal, enseres y madera se realiza en cubas y el material
inerte, orgánico y papel y cartón en compactadoras.
La implicación y
concienciación de los profesionales sobre la importancia de proteger y
preservar el medio ambiente es primordial para todo avance en materia
medioambiental. El cuidado del medioambiente está presente en las distintas
actuaciones que se llevan a cabo en el hospital y resulta clave el papel de la
enfermería en la correcta gestión de los residuos, muchos de ellos peligrosos,
pues es el colectivo que más contacto tiene con medicación, material de curas,
etcétera.
Cabe destacar
que entre los principales profesionales y servicios implicados en la
segregación y control de los residuos figuran el conjunto del personal de
enfermería, la Unidad de Gestión Ambiental, Mantenimiento, Medicina Preventiva
y el servicio de limpieza.
Los objetivos
principales del Programa Ambiental del hospital pasan por la reducción del
consumo de recursos naturales y de residuos peligrosos generados y hacer un uso
racional de las materias primas y los materiales sanitarios. Para conseguirlos,
la política ambiental del hospital promueve la mejora continua en el ahorro de
estos recursos y residuos y el control de los aspectos ambientales
significativos en los que puede influir el desarrollo de la actividad del
centro.
Además, el
sistema sanitario público andaluz cuenta con certificación ambiental según
normas internacionales ISO 14.001:2004 y los hospitales públicos de la
comunidad con certificaciones ambientales siguiendo el Sistema de Ecogestión y
Ecoauditoría (EMAS) de la Unión Europea.
El Sistema
Integral de Gestión Ambiental (SIGA) es la herramienta que usa el Servicio
Andaluz de Salud (SAS) para enmarcar y desarrollar su política de gestión
ambiental y el instrumento que los centros dependientes de él adoptan para
asegurar el respeto por el entorno. El Hospital Reina Sofía obtuvo esta
certificación de calidad hace ya siete años.
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